Título: La leyenda de Sleepy Hollow / The Legend of Sleepy Hollow
Relato
Autor: Washington Irving /
Ilustraciones de Arthur Rackham
Editorial: Alba clásica
Traductor: Guillermo Lorenzo
ISBN: 978-8484285755
Nº de páginas: 89
Disponible en Amazon México
Ichabod Crane es el maestro de la comunidad de Tarrytown, en Sleepy Hollow (literalmente «Hondonada del Sueño»), un valle a orillas del Hudson. Su antagonista es Bran Bones, un grandullón grosero, que es también su rival en el amor de Katrina Van Tassel, hija única de un acaudalado terrateniente. Ichabod cree alcanzar la gloria el día en que Van Tassel le invita a una fiesta en su «castillo»... pero lo que no sabe es que lo que ahí le espera es la condenación, pues en los bosques encantados de la «región del sopor» vaga el espectro del Jinete Sin Cabeza, «un soldado de caballería de Hesse decapitado por una bala de cañón en alguna batalla sin nombre de la Guerra de la Independencia», e Ichabold tendrá un encuentro con él que cambiará su destino.
La silenciosa quietud del paraje y el peculiar carácter de sus habitantes, descendientes de los primitivos holandeses, hacen que este retirado valle sea conocido desde tiempo inmemorial con el nombre de Sleepy Hollow.
Cuando era niña… ¿han notado que muchas de las historias de terror que amo se relacionan a mi infancia? Ja, ja, ja… ehm.
Cuando era niña vi la adaptación que Disney hizo de este clásico del terror, titulada entonces “La leyenda de Sleepy Hollow”, pero para mí conocida como “La película del jinete sin cabeza”.
Y obviamente, siendo tan pequeña, yo no tenía idea de que se trataba de un escrito. “Iris, pero en la película lo dicen”, sí pero yo tenía escasos 6-7 años así que simplemente me divertía mucho con la boba persecución al final de la película y con la narración y la canción de Germán Valdés "Tín- Tán". ¡A esa edad no me podían pedir que pusiera tanta atención a esos detalles! Aunque, eso sí, hoy en día me sigo sabiendo la letra de esa canción y siempre la canto todo octubre por Halloween. ¡Jo, jo, jo!
A mi mamá le parece muy raro que cante con tanta alegría una canción sobre un espectro que corta cabezas, pero ella me hace coro, je, je…
Años más tarde, poniendo más atención, supe que se trataba de relato corto de terror escrito por Washington Irving y siempre, siempre desee poder leerlo. Sin embargo, por alguna razón ninguna edición llamaba tanto mi atención y me negaba a leer alguna versión que me prestaran o me pasaran por internet. Nop. Yo quería leerlo como se debe: en físico y en una edición hermosa.
Claro que, eso significa dinero… Y por esto tardé bastante tiempo en conseguir una edición que, para mí, valiera la pena. Sí, son caros los libros de esta editorial, ¡pero amo esta edición!
Para quien no lo sepa, La leyenda de Sleepy Hollow está muy lejos de ser de la adaptación que Tim Burton hizo en 1999 y mucho más cerca de la adaptación de 1949 de Disney.
Trata de Ichabod Crane, un profesor de aspecto resaltante, supersticioso y muy glotón a pesar de su escasa apariencia, que brinda educación básica a los niños de distintos pueblos, entre ellos Sleepy Hollow.
Tanto Ichabod, como la población holandesa del lugar, amaban las historias de apariciones que yacían en su comarca, pero ninguna era tan conocida como la del “Jinete sin cabeza de Sleepy Hollow”.
Según decían un mercenario alemán que tuvo la mala fortuna de perder la cabeza gracias a una bala de cañón, razón por la cual salía todas las noches en busca de esta.
Ichabod era tan supersticioso que se sugestionaba y, a la menor situación extraña, saltaba. Pero en su mente estaba hacerse con la fortuna y el amor de la hija de un viejo hacendado. No obstante una noche de fiesta no termina como él espera…
Todas las historias de fantasmas y de espíritus que habían escuchado aquella noche acudían ahora a su memoria.
Insisto, si vieron la versión animada, no se pierden de mucho. Es muy similar al relato, sin embargo, destaca la manera en que el autor nos cuenta esta historia.
Si ustedes quieren experimentar la sensación que genera la pluma de un escritor de 1820, esta es su oportunidad.
Es todo un relato en prosa con un solo diálogo y donde destaca la descripción de la forma de vida que había en aquellos tiempos. De hecho al autor se le da muy bien describir los paisajes y la comida (me dio mucha hambre, ¡ja, ja, ja!).
Pero no solo eso, la atmosfera que transmite te envuelve hasta llevarte a Sleepy Hollow; a tiempos donde Estados Unidos recién se había independizado, donde los pueblos pequeños estaban rodeados de bosques y pululaban como colonias de extranjeros, y donde las leyendas eran productos de la ignorancia y la postguerra solo para entretener a la gente.
Sí, se percibe la atmósfera del siglo XIX.
La verdad es que a mí me parece una pluma muy diferente a lo que estoy acostumbrad (y la traducción es preciosa). Sin embargo, es difícil de decir si habrá personas a las cuales les guste esto, ya que mucha de la historia se extiende de esta manera y no pasa nada “emocionante” hasta el final y solo ocurre en unas pocas páginas.
Quizás a muchos les resulte aburrido y nada extraordinario, pero analizar la manera en que la gente “temía” en aquella época, es interesante.
Como dice Lisa Simpson en el primer especial de Halloween “La Casita del Terror”, cuando relataron “El cuervo” de Poe: “Tal vez la gente se asustaba más fácil antes”. Pero ya me estoy desviando del tema…
Personalmente amé la forma en la que Washington Irving describió todo y la manera en qué contó el relato que, según él mismo, escuchó de otra persona e intentó reproducir tal cual lo escuchó.
No le voy a restar mérito a la adaptación de Tim Burton (¡porque también me encanta!), pero no hay como haber tenido la oportunidad de leer una edición del relato original y disfrutar de la forma en que el autor tuvo para contarla. Y me resulta muy curioso que Disney haya hecho una muy buena adaptación más infantil al respecto (aunque tiene varias diferencias).
Les comento también que esta edición trae ilustraciones de 1928 creadas por Arthur Rackham, las cuales me agradaron mucho por el complemento lleno de magia que generan al leer el libro. Algunas de ellas son de las fotos que ven en esta reseña :)
En fin. Este relato me gustó mucho. Me pregunto si habrá más a quien pueda gustarle.
"Si consigo llegar al puente -pensó Ichabod-, estoy salvado"
Conclusión
No es el libro más emocionante o terrorífico, pero me gustó poder conocer una pluma diferente, una que te sumerge fácilmente en el ambiente otoñal de inicios del siglo XIX mediante la leyenda de una aparición. Creo que este libro también se volverá una de mis “tradiciones de octubre”.