Una nueva ley en Brasil busca culturizar a la población penitenciaria. Tras una polémica norma, los presos tendrán que leer al menos 12 obras por año, presentando una reseña de cada una, evaluadas por autoridades penitenciarias.
Con esta medida, los reclusos podrán ver disminuidas en 48 días por cada año si leen al año 12 obras literarias, científicas o filosóficas.
Cada preso tendrá un plazo de hasta 30 días para leer una obra literaria y podrá probar hasta un máximo de 12 títulos por año, con lo que al final logrará reducir 48 días por cada año de condena.
*Interesante nota, ¿no les parece?
A la mejor no les reducen mucho pero, al final, algo es algo y ni se diga que podrán disfrutar de la lectura y pasar el tiempo de forma agradable... La cosa es que el resto quiera dejar leer a estas personas :S
Así como hay gente a la que le gusta leer, hay gente a la que no.
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