La razón de la entrada anterior es porque me he enterado de este nuevo libro de Francesc Miralles y he leído la sinópsis, estoy ansiosa porque llegue a México. Les dejo la portada, la Reseña y el primer capítulo.
RETURMaño: 2010
páginas: 370 (
¡Que emoción tantas hojas! )
SinópsisChristian tiene 16 años y, desde la muerte de su hermano gemelo, se ha alejado de sus compañeros de clase y de su familia. Pasa el tiempo libre solo, leyendo poesía y escuchando en su i-Pod canciones tristes en el cementerio de Teià.
Un atardecer ve acercarse al camposanto, situado en una colina sobre el mar, a dos chicas y un chico vestidos de negro. Llevan una flor violeta en la solapa y el rostro maquillado de blanco. Los recién llegados le amenazan y tratan de ahuyentarle, pero Christian se enfrenta a ellos. Impresionados por su reacción, los jóvenes forasteros se presentan como Alexia, Lorena y Robert.
En una conversación a la luz de las velas, le revelan que han formado una orden secreta, RETRUM, que se reúne en los cementerios con un oscuro fin...
Quien aspire a unirse a ellos deberá someterse a un desafío: pasar toda una noche solo en el cementerio. Inspirado por las lecturas y canciones siniestras que acompañan su vida, Christian se ofrece a pasar la prueba a la noche siguiente.
Tras superar las horas más pavorosas de su vida, Christian se entregará progresivamente a los extraños juegos de «la orden pálida», como también se hace llamar el cuarteto, mientras Alexia empieza a convertirse en algo más que una amiga. Pero como reza un viejo proverbio árabe: «Quien llama repetidamente a la puerta, acaba entrando»…
Lectura del primer capítulo:
Retrum
UN GUANTE EN LA NIEVE
"La primera vez que escuché aquella voz fue un atardecer de invierno.
Había subido la cuesta del cementerio del pueblo, que estaba cubierta por una fina capa de nieve. Faltaban pocos días para que terminaran las vacaciones de Navidad y me sentía hastiado de las reuniones familiares. En el camino no me había encontrado ni un alma, sólo las huellas de las aves que ahora graznaban en el cielo crepuscular.
Sabía que el camposanto estaba cerrado a aquella hora, pero me gustaba la vista privilegiada sobre el Mediterráneo. Teià es un pueblo colgado en una montaña frente al mar. Sin embargo, al estar ligeramente hundido, el «gran azul» no se ve a no ser que busques un promontorio, como el del cementerio.
Apoyado en una de las tapias, me entretuve siguiendo con la mirada un barco lejano cuando aquello surgió…. El corazón se me disparó al oír el canto. Era una voz extremadamente fina, como de cristal. Y provenía del otro lado de los muros.
Sin salir de mi asombro, agucé el oído para escuchar aquella melodía fúnebre. Efectivamente, la voz de niña surgía del cementerio cerrado. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral mientras trataba de descifrar el canto:
"Sun was hiding into the clouds
Black birds flew over the graveyard
I was feeling half dead inside
Without knowing you were half alive..."
-Pero, ¿quién demonios…? -me pregunté en voz alta para ahuyentar el miedo.
Justo entonces la tonada lúgubre se interrumpió, como si el ser que la había proferido hubiera detectado mi presencia. Atizado por la curiosidad, corrí hasta la verja cerrada, pero desde allí no era posible ver el lugar de donde había surgido la voz.
-¿Hay alguien ahí? -grité ante la posibilidad de que un niño se hubiera quedado encerrado en el cementerio.
Silencio.
El rumor sordo del viento era la única respuesta, mientras la noche empezaba a caer como un pesado telón.
Entre perplejo y fascinado, opté por volver a casa.
Comencé a bajar la cuesta lentamente, cuidando de no resbalar con la nieve helada. Aquel cántico espectral me habría parecido una alucinación transitoria, de no haber resurgido cuando me hallaba a unos treinta metros del camposanto.
Tal vez porque el viento que bajaba por la ladera facilitaba la propagación del sonido, la vocecita se dejó oír nítidamente. Cantaba ahora notas más bajas y ásperas, como si adoptara el tono de un hombre.
"Why are you alone in here,
so far and near?"
Eché a correr cuesta abajo, con el riesgo de resbalar y despeñarme por el barranco, y no me detuve hasta alcanzar las primeras casas del pueblo.
+ + + +
Tras una noche de insomnio -no podía quitarme de la cabeza aquel canto-, regresé al cementerio bajo la luz de la mañana.
Llegué minutos antes de que el funcionario abriera la puerta, que crucé con paso decidido para dirigirme a la zona del cementerio donde había oído la voz.
Las tumbas y lápidas reverberaban con la nieve y la escarcha, que devolvían los rayos de sol con un resplandor fantasmal. Y yo era el único visitante del cementerio a aquella hora.
Me detuve cerca del muro desde el que había escuchado el canto. No había pisadas de ningún tipo en los caminos entre las tumbas, pero podía ser que las hubiera cubierto una suave nevada nocturna. Me disponía ya a salir del pequeño cementerio, cuando algo oscuro sobre una losa me llamó la atención.
Intrigado, me incliné sobre lo que resultó ser un largo guante negro de licra, como el de Gilda en la película. Lo despegué de su lecho de nieve. Desprendía un perfume suave y especiado, lo que significaba que no llevaba mucho tiempo olvidado allí. Como máximo una noche…
Mientras enrollaba el fino guante para guardarlo en mi bolsillo, entendí que pertenecía a quien había cantado la melodía fúnebre.
Recordé aquella voz extraordinariamente fina, como de una niña de coro. Quizás una mujer con tono de soprano había cantado desde el cementerio cerrado. Aquello era más extraño todavía, puesto que yo había sido el primero en entrar en el camposanto y no había encontrado a nadie. Sólo el guante sobre la nieve y un misterio que no alcanzaba a descifrar.
Tendrían que pasar meses para que, con el fin de la nieve, emergiera una respuesta más inquietante aún que el propio enigma"
Como ya les dije anteriormente, los capítulos son cortos pero llamativos... al menos para mi; pero, ¿qué les parece a ustedes?