Título: Con los ojos abiertos
Autor: Francisco Hinojosa
Editorial: Fondo de Cultura Económica
ISBN: 9786071625
Nº de páginas: 70
Disponible en México
A sus quince años y medio, Sara decide salirse de su casa; la vida con su padre, madrastra y hermanastras es insoportable. Para sobrevivir lejos de su "hogar", encuentra trabajos informales, entre ellos, vender libros afuera de la Universidad.
Al poco tiempo se hace amiga y novia de un estudiante inteligente, solitario y rebelde, con un padecimiento oculto; un reto más que Sara deberá conquistar.
Vamos a ver… para empezar, tiene setenta páginas y la historia es muy fluida, aunque una parte de mí cree le faltó cierto sentido a esta realidad. Lo sé, tengo sentimientos encontrados (¿?)
En un principio conocemos a Sara, una chica que, debido a las diferentes circunstancias que vive con su familia disfuncional, decide independizarse a temprana edad y comenzar a vivir por sí sola.
Es desde este momento que Sara comparte sus vivencias, resaltando lo más importante, lo que ha aprendido y lo que ha sentido; y todo es en sus propias palabras, pues es ella la que escribe estas páginas.
Al leerlo me encontré con una trama simple y ese ligero drama típico de la vida que muchas personas han tenido que vivir en este mundo; lo que hace de esta una historia un tanto cotidiana, nada esplendida. Pienso que es como ver una vida cualquiera. Pero, de hecho, esto es precisamente lo que hace resaltar a esta historia.
Es esta cotidianidad la que hace resaltar un mensaje interesante (o al menos yo lo interpreté así): A muchos nos gustaría tener una vida “épica” para disfrutarla, pero la realidad es que la vida ya nos da suficiente altibajos donde tenemos que tomar decisiones bastante importantes; todos tendremos obstáculos que superar y está únicamente en nosotros, y nuestras acciones, decidir quiénes queremos ser.
Básicamente de esto de lo que trata esta historia, los cambios que tenemos al llegar a la independencia, la situaciones amorosas que solemos vivir, las discusiones con la familia por el choque de ideas… y, sobre todo, llegar a conocernos nosotros mismos para poder encontrar nuestro lugar.
Los libros, sin importar el tema, pueden ser leídos por cualquier persona. Sin embargo, para esta misma regla aplica una más: para gustos hay colores. A mí me gustó el libro, y el tema está muy bien expuesto. Pienso que los jóvenes lo entenderán muy bien, sin embargo, no sé si les guste.
La historia tiene un trasfondo que vamos armando poco a poco, hay cosas que no son mencionadas pero nos las imaginamos y estas nos ayudan a comprender la psicología de los personajes, así como a identificarnos con ellos; pero no sé si un joven que no está interesado en la lectura se pondrá a examinar el texto.
El final parece no estar cerrado del todo y he leído que algunos jóvenes están más interesados en saber cómo continua la historia que en el mensaje en sí. ¿Habrá más? No sé. Mi opinión es que no, pues el mensaje de ese final deja claro otro punto de la vida (además de que tengo entendido que es una novela autoconclusiva). Pero quién sabe…
Eso es todo: darle un sentido a la vida.
y
[...] saber que el mundo real también puede ser amigable.
Conclusión
La historia es fluida, cotidiana y es fácil identificarse con los personajes y las circunstancias que los rodean, haciéndonos reflexionar tal como lo hacen ellos. No obstante, hay que tomar en cuenta que se trata de un mensaje mayormente dirigido a jóvenes y que, desde mi punto de vista, les hace ver que lo que están viviendo es parte de crecer.
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