DeclaraciónEsta es una sección extraña que no sé si exista en otro blog, así que quiero que sepan de antemano que no pretendo adueñarme de ninguna sección; simplemente me pareció que llamarla así era adecuado y ayudaba a mi propósito.Lo que quiero hacer aquí es dar MI opinión sobre algunas situaciones del mundo de la lectura; desarrollar mi punto de vista y esperar que me dejen algún comentario con su punto de vista.Que quede claro que NO pretendo que mi opinión exprese la de todo el mundo; es únicamente la mía y no hablo por los demás cuando la doy.
Ya tenía pensado el tema de hoy, de hecho ya lo tengo escrito, pero ocurrió algo esta semana que me hizo replantearme la entrada que quería compartirles este jueves. De una vez les aviso que será larga, pero espero que la lean porque creo que puede llegar a ayudar a otros.
Hoy vengo a tocar un tema como bloguera literaria y no únicamente como lectora, pero espero que a muchos les sirva de algo, ya que sé que muchos de los que me leen también son blogueros.
Quiero aclarar que no voy a decir nombre de los involucrados en este caso, solo hablaré de mi persona. ¿Por qué? Porque no quiero estarme peleando con nadie innecesariamente (nunca entienden razones) y solo quiero hablar de la situación que me ocurrió que, a mi parecer, fue una cuestión bastante abusiva.
Hace unos días, vía correo electrónico, me contactó una persona de una comunidad lectora. El mensaje era breve; en él me comentaba que había visitado mi blog, que le había encantado y que se encontraba interesado en una colaboración.
Como sabrán, mi blog tiene casi 9 años. Si esto me hubiera pasado cuando era una adolescente nueva dentro de los blogs literarios, habría saltado de emoción y hubiera aceptado casi enseguida. Sí, la imprudencia… pero la vida nos hace adquirir experiencia.
Lo primero que llamó mi atención en este correo es que, me hablaba de ustedes. Como sabrán, soy la única administradora de este blog, así que no entiendo por qué me hablarían así.
Y en segundo lugar, estaba utilizando un adjetivo como súper para describir su idea de colaboración.
Una cosa que recuerdo mucho de mi formación profesional es que en primer semestre nos dejaron claro, en una materia de redacción, que el uso de adjetivos como súper, cool, genial eran subjetivos, ambiguos y provocaban que quien los leía las interpretada como más le conviniera. NO SIRVEN para expresar una idea objetiva y solo te hacen lavado de cerebro.
Es decir, en esta caso, si eres un joven entusiasta a la primera y no ves más allá de lo que tu mente te dice y la necesidad que tienes, aceptas enseguida. ¿Lo han notado? Bueno, ya estoy vieja (ja, ja, ja) yo no acepté enseguida.
Le comenté a esta persona que había entrado al enlace que me había enviado en el primer correo, pero que no había ninguna sección que me hablara más sobre la creación de la comunidad (creadores, misión, visión, quiénes somos, o cualquier similar), esto porque conozco plataformas parecidas y siempre, cuando se trata de nuevos usuarios (no suscritos), tienen una página de presentación e incluso un apartado de términos de servicio y aviso de privacidad, y esta tenía términos y aviso de privacidad, pero nada más; además, la cuestioné sobre las ideas que tenía para colaborar y comenté que, con base en eso, podría considerar tomar una decisión.
En su respuesta me comentó que la idea era que ellos me brindarían un widget, el cual yo colocaría en mi blog, y este ofrecería información recopilada a mis lectores. ¿Qué información? Cuando miré el ejemplo de widget traía información random sobre una lectura y sobre la opinión general que la gente tenía del libro; por lo tanto, no sería MI opinión.
Además, no me brindó más información sobre la comunidad y las personas detrás de esta. Ni un enlace, ni nada; aun cuando yo le comenté mi duda al respecto (como leyeron anteriormente).
A cambio de colocar yo este widget, ellos harían una entrada en el blog de la comunidad (me pasó un nuevo enlace al blog), para brindarme promoción.
Ignoré que no me enviara información sobre la presentación de la comunidad y pregunté directamente si tenían algún ejemplo de cómo le darían promoción al blog.
Aquí pasó algo raro. No sé si porque serían ya casi las 4:30 de la tarde y a partir de ahí ella ya no trabajaba, o simplemente decidió contestar mi correo al día siguiente, pero después de eso ya no recibí respuesta.
Mi curiosidad me llevó a investigar el enlace del blog que me había enviado.
Resulta que tenían dos entradas promocionadas (o de recomendación) sobre dos blogs. Las entradas eran de finales abril. Solo había dos.
Abrí cada una en una ventana aparte y continué en la línea del tiempo del blog. Cuatro entradas detrás de estas recomendaciones de blogs, había una entrada del pasado octubre que llamó mi atención.
Se trataba de una convocatoria para blogs. En ella se invitaba a todo bloguero literario a formar parte de una sección de recomendación para blogs, pues querían ayudar para darlos a conocer, dado que, según ellos, los blogueros hacíamos mucho por la comunidad lectora y querían ayudarnos a que otros supieran de nosotros.
Entiendo por qué esta convocatoria podría sonar como una gran oportunidad para un bloguero nuevo. De hecho, algo que olvidé comentar con anterioridad es que en el primer correo me presentaron números, donde se comparaban con redes similares y conocidas y donde dejaban en claro que eran muy visitados en Latinoamérica (porque todos sabemos que los números suelen ser una fuente de convencimiento infalible).
Y esta convocatoria no se quedaba atrás en cuestión de cifras, así que imagínense a un recién llegado con todo eso en mente…
En fin, seguí leyendo la convocatoria y me di cuenta que era todo “te ayudo, te ayudo, sin prácticamente nada a cambio”.
Al menos eso parecía, porque la convocatoria consistía en inscribirte en un formulario, escribir una entrada en tu blog sobre la convocatoria para que otros la conocieran y hacerte de un distintivo para colocarlo en tu blog. Después de eso, te mandarían un correo para decirte más o menos cuándo saldría la reseña de tu blog en el suyo.
Y remataban con una frase atractiva donde comentaban que esperaban retribuir con este poquito, lo mucho que tú como bloguero literario has hecho por los lectores.
No me gustó para nada lo que había leído en esa convocatoria, porque la mala intención me parecía evidente…
Y repito, era una entrada de octubre del año pasado y las únicas entradas relacionadas eran de finales abril de 2018.
Bueno... Como recordarán, tenía abiertas dos ventas más. Me fui a leer las entradas donde recomendaban los dos blogs de abril…
Sinceramente me llevé una decepción muy grande. Se trataba de un par de entradas genéricas, donde hablaban de cada blog como si se tratada de cualquier blog literario. Había alguno que otro detalle que, al menos avispado, lo harían pensar que quien escribió la recomendación se pasó a leer los blogs. Pero la realidad es que se notaba que solo había echado un vistazo.
Y, por cierto, volvemos a los adjetivos subjetivos: bonito, súper, bello, emocionante, cautivante, divertido, informativo, lindo, amigable, “super mega”…
Y describía en general lo mismo que hacen todos los blogs literarios…
No había nada de la personalidad de los blogs en esas entradas, era como leer la descripción de cualquier blog, no tenía nada que ver con la entrada que YO me imaginaría para presentar un blog.
Y he visto blogs que presentan blogs y SÍ se dan a la tarea de conocer dicho blog antes de escribir sobre él. Así que, como yo SÍ leo blogs literarios, sí me hago una idea de lo que una entrada de ese tipo debe contener, y va más allá de once o trece líneas de texto y un montón de imágenes gif que ocupan toda la pantalla.
Me dio mucho coraje cuando vi esto porque llegué a la conclusión de que la idea de esta comunidad es que yo les brinde promoción de por vida (entiéndase colocar su widget en mi página en un lugar visible donde cada que entre un usuario lo verá) y ellos me darán cinco minutos de su tiempo, en una entrada mediocre, que pasará a mejor vida en cuanto suban más entradas. Y su excusa es que quieren ayudar a los blogs.
O sea, ¿qué pasa? Quieren que mis lectores, vayan corriendo a su web; y saben perfectamente que nadie lee sus entradas, así que nadie de su comunidad irá a ver mi blog. Y esto lo comento porque ninguna de las dos entradas, al día de hoy, tiene comentarios.
Soy lectora, leer nos enseña muchas cosas, entre ellas a ver más allá. ¿Qué pude notar en esto?
En primera que creían que me chupaba el dedo; en segunda, que si tenían suerte encontrarían a un nuevo con sed de promoción, que caería redondo en la trampa; y en tercera que no les interesan los blogs literarios, les interesa darse promoción y ya está. ¿Por qué? No lo sé, quizás su comunidad tiene problemas y ya no están teniendo el flujo de usuarios que tenían antes, o quizás simplemente quieren publicidad gratis mediante engaños a personas con la necesidad de darse a conocer.
El día de ayer, volvió a contactarme la misma persona y me pasó una de las entradas que ya había visto. Pero como yo me encontraba ocupada, no le pude contestar hasta hoy, simplemente comenté que había leído el blog, que no había sido de mi agrado y que le agradecía que hubiera resuelto todas mis dudas pero no estaba interesada.
Tampoco me iba a poner a pelear ni a ser grosera, probablemente ella solo sea una empleada y está haciendo su trabajo y de todas maneras dudo que mi opinión los hiciera cambiar de parecer.
Sin embargo, traje este caso aquí porque quiero que se den cuenta de que no todas las colaboraciones en blogs son “SÍ, ACEPTO ENSEGUIDA”. Nosotros como blogueros, evidentemente, tenemos la necesidad de un apoyo, pues la economía está complicada; pero así como pedimos, tenemos que dar, y así como nos piden, debemos recibir. Es una equidad, es algo que se dice fácil pero a veces cuesta mucho trabajo cumplir a ambas partes.
Lo traslaparé un poco con mi carrera: En mi país tienen la mala idea de que el cliente siempre tiene la razón, pero no, el cliente se puede equivocar tanto como uno mismo.
Tuve la fortuna de tener profesores con una visión más allá de la promedio; ellos decían que se nos acostumbra a creer que todos somos peones que no hacemos más que obedecer al jefe; cuando somos nuestro propio jefe, tomamos al cliente como jefe, cuando es UN CLIENTE; el jefe somos nosotros y por lo tanto tenemos derecho a escoger al cliente. Para que exista una sana convivencia con este cliente, debe haber un equilibrio, donde él te escuche y tú lo escuches. De otra manera el trabajo saldrá mal.
Y tal vez el cliente crea que él es el jefe, pero debe tener en claro que tú también tienes una opinión, derechos y, claro, debes saber que tienes deberes.
Es algo muy parecido con los blogs y en las colaboraciones. Uno es el jefe de este blog y digamos que, una editorial o cualquier otro interesado en colaborar, es como tu cliente.
Uno tiene que dejarle en claro al otro que tienes una opinión al respecto, tienes derechos y debes tener en claro que tienes tus deberes, y él debe tener en claro lo mismo, por eso es una COLABORACIÓN.
Por eso yo agradezco a las editoriales con las que colaboro porque ambos cumplimos nuestras partes y aunque hemos tenido algunas dificultades, todo se resuelve hablándolo; pero en este caso, aunque no se trate de una editorial y sea una comunidad, eso no los saca de esta misma idea.
Sin embargo la idea que me brindó esta comunidad es que cree que uno debe atenerse a sus normas y que pueden manipularte por ser nuevo y no saber, o porque te encuentras “desesperado”, necesitando colaboraciones y que la gente sepa de ti.
Me parece una falta de respeto que la gente actúe de esa manera y trate así los esfuerzos de las personas para sobresalir; que quieran trepar aplastando a otros en lugar de llegar a un acuerdo justo que beneficie a ambos o por lo menos que las cuentas queden claras para ambas partes.
Pero ya me alargué demasiado, jejeje. Espero que esta entrada les ayude a darse cuenta de que no hay que dar un sí enseguida, que debemos ver por nuestro blog y cuidarlo antes de que otro llegue a querer apoderarse de él. Cuéntenme si tuvieron alguna experiencia similar.
Y terminaré con unas palabras que siempre repite mi abuela en casos como estos: “unos a chingar y otros a no dejarnos”. Ja, ja, ja.
Y esta fue la entrada MOL de hoy.
Gracias por leer hasta este punto y espero sus comentarios :3 ¡Saludos!
Hola ☺, estoy muy de acuerdo en que las cosas deben ser equitativas para ambas partes, así salen ganando todos. Además, siempre hay que valorar todo el tiempo, esfuerzo, ganas, etc, etc que se a invertido en algo ya sea en un blog o en años de estudio, una relación, todo, hay que valorar nuestro esfuerzo. También creo que hay excepciones y se puede ayudar si se puede siempre y cuando se sea claro en lo que se quiere ☺
ResponderBorrarHasta ahora nunca me ha pasado, no voy a negar que cuando inicie mi blogs y supe que existía eso de "colaboración" quise llegar a colaborar con editoriales o así, pero nunca paso XD y no me arrepiento porque a penas puedo con mi vida y mis lecturas como para tener otra responsabilidad.
ResponderBorrarCreo que eso es de cada quien pero si estoy de acuerdo de que no es aceptar por aceptar por que al final es una responsabilidad que se debe de aceptar.
Y páginas como esa no deberían aprovecharse pero empresas, páginas o personas así siempre existirán, a nosotros como blogueros debemos ver mas allá de la emoción y ganas de participar en esas cuestiones.... Ya me alarge mucho XD
Saludos!
Una entrada muy interesante. No suelo colaborar con otros blogs y si alguna vez hago algo en conjunto o promociono otro blog es porque realmente lo conozco y hay confianza. Me ha sorprendido esta crónica de tu experiencia, de verdad, hay gente que tiene mucha cara, no sé qué ganan con este tipo de cosas. Muy de acuerdo con todo lo que dices, tienes todo mi apoyo.
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