Autoconclusivo
Autor: Elizabeth Scott
Editorial: Nueva imagen
ISBN: 9786074382266
Nº de páginas: 175
Disponible en México
Una niña de diez años no regresa de su paseo escolar. El responsable es uno de los seres más repugnantes que haya imaginado autor alguno. Tan despreciable e indignante como algunos que andan por ahí, en la vida real, caminando por las calles, acechando, fraguando y llevando a cabo el crimen perfecto.
La aventura desdichada que padece esta niña nos lleva a reflexionar sobre las más profundas complejidades de nuestra propia parte oscura. Nadie sabe en qué abismo puede llegar a encontrarse que lo lleve a tener que pensar y sentir tal como piensa y siente el propio verdugo.
Fue gracias a un reto lector del blog de Trance de letras (El lector inquieto), que decidí leer este libro. Sinceramente yo no soy muy apegada a leer libros que retratan las facetas más horribles de la humanidad porque yo ya sé bien lo asquerosa que es, y no necesito que las lecturas me lo recuerden y mucho menos que me hagan profundizar en ello. ¡Duele! Pero me había unido al reto y pensé: tengo que lograrlo.
Afortunadamente para mí es un libro corto que se lee en pocas horas o no solo por su extensión, también por que se trata de capítulos concisos. Y quizás hasta menos tiempo; tuve que detenerme varias veces entre páginas debido a la situación con la que me encontré.
Creo que el título de un libro jamás explicó tan bien a su novela desde su comienzo. Es decir, si leemos la sinopsis, sabemos de qué va a tratar esta novela, pero siempre está esa parte del libro que te mete en la piel del personaje principal y te hace comprender lo que el título quiere transmitir. Y demonios… con este libro… pff…
Desde que comenzamos con la historia sabemos que no va a ser fácil de digerir. Al menos parar mí así fue.
La voz claramente rota de la protagonista nos cuenta, mediante intervalos de tiempo, cómo es y cómo fue su vida antes de ser la persona que es. Vemos a través de sus ojos la crudeza de ser víctima de secuestrador y abusador sexual que la separó de su familia cuando tenía 10 años y la forma en que este sujeto la manipuló para convertirla en alguien totalmente diferente a la niña sana y feliz que un día fue.
Conforme la historia avanza, la protagonista hace hincapié en cómo este tipo de situaciones es manejada de diferente forma por la humanidad; muchas veces de manera errónea, como el hecho de culpar a la víctima de lo que le ocurrió en primer lugar, o culparla del hecho de no huir simplemente o hacer algo para escapar. Según la humanidad, siempre es culpa de la víctima.
También se critica mucho cómo estas cosas ocurren todos los días y la gente parece vivir con ello. Cómo notan algo raro o cómo sospechan y nadie dice ni hace nada parar evitar que estas cosas sigan pasando. Incluso señala cómo este tipo de personas horribles se encuentran a la vista de cualquiera y todos somos tan inocentes para dejarnos llevar por las “buenas apariencias”.
Pienso que este libro, a pesar de tratarse de una novela, retrata perfectamente la impotencia, el miedo y el pesar, que llega a sufrir una persona que ha sido o es víctima de algo como esto. Lo cual, desgraciadamente y como bien expone la autora, no excluye a los niños.
Llegados a este punto, creo que les conté muy bien de qué trata la historia sin destriparla; así que quiero hablar ahora de lo que me hizo sentir:
Llegados a este punto, creo que les conté muy bien de qué trata la historia sin destriparla; así que quiero hablar ahora de lo que me hizo sentir:
El dolor en cada página se siente en carne viva sin la necesidad de entrar en algunos detalles. Y, para mí, fue algo horrible tener que vivir en la mente de la protagonista. Dolía mucho.
El mundo es una porquería… creo que eso todos lo sabemos sin necesidad de que un libro nos lo recuerde, pero hay muchas personas que no lo saben, que no lo entienden y que se afanan en ignorarlo. Pero saberlo no significa que debamos vivir amargados; significa que debemos ser precavidos y más unidos al buscar una sociedad sana. No podemos dejar disfrutar la vida por culpa de personas malintencionadas, pero también podemos obligar a esas personas (o depredadores) a dejar de hacer lo que hacen si no pueden herirnos.
Y claro, ayudaría que las leyes y los gobiernos no fueran tan corruptos...
Y claro, ayudaría que las leyes y los gobiernos no fueran tan corruptos...
Ya sé, es complicado y suena utópico, pero es así. Somos seres humanos y deberíamos poder comprender lo que es bueno y lo que es malo, y así no dañarnos y colaborar entre nosotros.
Cuando estaba leyendo esta novela, me costó mucho trabajo no dejarla sin terminar cada vez que alguna frase reflexiva o escena me revolvía el estómago (afortunadamente es un libro con censura en varias escenas, lo cual ayuda mucho a centrarte en la mentalidad de la protagonista y lo que intenta explicar, dejando de lado el morbo que algunos pudieran sentir).
Leerlo es complicado, no lo voy a negar, pero no por eso debe ignorarse, porque hacer algo así es como querer ignorar que estas cosas pasan en el mundo; así que ese fue uno de los incentivos que tuve para terminarlo.
Pienso que es uno de esos libros que los padres deberían leer, que jóvenes de ciertas edades deberían leer y que, cualquiera que haya culpado a una víctima de este tipo de situaciones (ya sea culparlo por ser raptado o culparlo por no hacer nada para escapar), debe leer y darse cuenta de que su error.
Ya sea que una mujer, un hombre, un niño o niña o una persona mayor haya sido víctima de algo así, jamás se le debe culpar ni ridiculizar de cualquier manera.
En este libro se muestra muy bien la forma en la que un abusivo, secuestrador y abusador sexual es capaz de manipular a su víctima de una forma tal, que la invalida para pensar por sí misma, llevándola al punto de no ser más que un objeto al cual manipular a su gusto.
Todos estos sentimientos que dejó el libro en mí, al igual que las enseñanzas, me llevaron a escribir esta reseña casi en cuanto lo terminé y creo que he plasmado todo lo que quería contarles al respecto. Espero que le den una oportunidad; de verdad, es un libro que vale mucho la pena.
Pero nadie dice nada.
Nunca dicen nada.
Conclusión
Este libro me dejó agotada mentalmente, pero pienso que, sin duda, es una herramienta para abrir los ojos a algo que ocurre en nuestra sociedad día con día, y que es tan común que lo damos por hecho y nos apartamos; nos forzamos a ignorarlo. Es un libro que me dejó una marca y seguramente dejará marca en cualquiera que lo lea. Mientras menos ignoremos situaciones como las que tuvo que vivir la protagonista, más formas habrá de combatir a aquellas personas que le hacen un mal a otro.
Sí, es crudo y triste, pero la vida también tiene situaciones de este tipo. Quizás sonaré un poco dramática con esto pero: sean valientes y léanlo. Me gusta pensar que la lectura nos ayuda a no ignorar y a reflexionar sobre todo aquello que pasa en nuestro mundo, para que, al final, seamos mejores; y esta novela lo denota.
¡Gracias por leerme! :D
Hola!
ResponderBorrarMe sorprendió encontrar una reseña de este libro en tu blog, incluso me desconcertó porque no es tu estilo de lectura. Recuerdo que Iza del mal también lo leyó y amo.
Sinceramente no creo que lo vaya a leer, me resulta demasiado cruel y perturbador.
Muy buena reseña, un abrazo :*
Este libro también me gusto muchísimo y también me da miedo (porque son cosas que pasan todos los días), lástima que no lo tengo pero aunque es muy corto resulta fuerte con una historia completa.
ResponderBorrarQue bueno que tuviste la oportunidad de leerlo
Saludos!!
Vaya, vaya, pues es mi estilo de lectura totalmente. Has conseguido llamar mi atención, aunque tengo miedo de que me revuelva demasiado el estómago. Miraré más reseñas y ya veremos.
ResponderBorrar