Reseña: "El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger

Título: El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye)

Autoconclusivo

Autor: J.D. Salinger

Editorial: Alianza Editorial

Traductor: Carmen Criado

ISBN: 84-206-1689-3

Nº de páginas: 135

Disponible en México

Por expreso deseo del autor, no está permitido que la editorial aporte en su material promocional ningún tipo de texto adicional, información biográfica, cita o reseña relacionados con esta obra. El lector interesado podrá, no obstante, encontrar abundante información al respecto en internet.

Cómo me costó hacer esta reseña… pero bueno. 

Como ven el libro no tiene una sinopsis como tal, sin embargo, hay una gran cantidad de información (hechos y especulaciones) respecto a ella por todo internet. Yo voy contarles qué es lo que pienso del libro, más no ahondaré en los casos delictivos relacionados a este. ¿De acuerdo? 

El guardián entre el centeno es una novela corta que nos cuenta una serie de eventos bastantes bizarros por las que pasa el protagonista, Holden Caulfield, durante un par de días en invierno, comenzando por su expulsión de un colegio (por enésima vez), hasta… bueno, no sé si deba spoilearles el final, aunque en mi opinión no sería la gran cosa hacerlo, pero no lo haré por si alguien desea leerlo. 

Desde el principio podemos comprender porque en el momento de su publicación (1951) esta novela fue considerada una obra importante para los jóvenes. De hecho tocamos un poco sus orígenes “juveniles” en uno de los videos de NETL por si tienen curiosidad. 

El personaje principal tiene 16 años y nos cuenta su historia en primera persona con un tono de desenfado y a veces de presunción (aunque yo diría que más bien es prepotente, engreído). 

No es porque yo lo diga, pero [...]

Esa actitud, en la mayoría de los jóvenes de esa edad, tiende a ser normal, ya que creen que todo lo pueden, todo lo saben y que nadie debe evitar que ellos hagan lo que quieran con sus vidas. 

A pesar de eso, debemos tener en cuenta que en la época en la que fue publicado los jóvenes eran educados para mostrarse más reservados ante la sociedad, así que debían guardarse muchas cosas, por lo que ver a un personaje que rompía estas reglas (aunque no tuviera justificación y que se rige por la necedad y la ignorancia), debió haber sido motivo de impresión, empatía y escándalo. 

Asi que no me sorprende que fuera una obra tan famosa en su época. 

No obstante, las cosas han cambiado, hoy en día los jóvenes no están tan sujetos por sus padres, les importa poco lo que opine la sociedad de ellos y lo único que pude ver al leer la historia fue a un adolescente egoísta, prepotente y sangrón (lo que hoy en día puede ser el estereotipo de adolescente estadounidense). 

Así que, quizás, podría decirse que la novela no ha envejecido bien. De hecho la actitud de Holden me puso de mal humor... 

En ocasiones podía entender algunas de las cosas que comentaba respecto a su entorno, las personas o a cómo veía la vida, pero otras eran un personaje que se iba totalmente a los extremos, al punto de que su ignorancia salía a relucir al cien por ciento. Y yo sé que los adolescentes son insoportables pero me cuesta creer que sean tan tontos a esos niveles, ¡ja, ja, ja! 

Además, la historia puede llegar a percibirse como un sinsentido de acontecimientos, como una especie de crónica que, en realidad, no está hilada entre sí. Todas las decisiones que Holden toma a lo largo de la trama son ocurrencias accidentadas. 

Esto provocó que la curiosidad que sentí al principio por saber qué era lo que ocultaba este libro se esfumara. Conforme avanzaba no podía evitar pensar “¿en qué momento se acabara esto?”. 

Básicamente Holden es un puberto que cree que el resto del mundo está mal y lo odia por ser un chico con una inteligencia superior. 

Debo decir que si esto era lo que el autor buscaba, entonces es está bien ejecutado. El autor logra transmitir a la perfección a un púber egocéntrico que cree tener todas las respuestas al universo, que se contradice continuamente y se justifica su cobardía y malas decisiones de manera absurda. 

Básicamente me sentía como la terapeuta de un adolescente. Holden no dejaba de hablar y hablar, incluso había ocasiones en las que se iba por las ramas porque sí y yo solo podía pensar algo como “aja, ¿y esto cómo te hace sentir?”.  Es que literalmente se la pasa diciendo que todo lo revienta y lo irrita...

La gente siempre le fastidia a uno las cosas.

Definitivamente me atrevería a decir que es un libro que tienen que leer cualquiera que desee ser psicólogo y si aguanta tanta palabrería, bueno, es muy probable que esté en el camino correcto. 

Probablemente es un libro que no sorprenda a muchos porque toca temas que ya son bastante comunes en los libros de adolescentes actuales, así que no tiene el mismo impacto que tuvo en el momento de su publicación y es difícil centrarse en la controversia que tuvo al respecto. Como es el caso de hablar de cosas que antes podrían provocar escándalo… Es uno de esos libros que hay que leer teniendo en cuenta su contexto histórico. 

Pienso que no es como “Matar a un ruiseñor” con el cual es fácil empatizar porque lo que ocurre en ese libro (las injusticias) aún ocurre hoy en día y es algo que resentimos todos. En cambio, con “El guardián entre el centeno”, si bien los temas que toca aún tienen cierto nivel relevante, actualmente son tomados en cuenta como charlas comunes. 

Son temas que ya no se hablan por debajo de la mesa y que, incluso, ya se tratan directamente con los jóvenes. Temas como el acoso, la depresión, las relaciones sexuales a temprana edad, etc. 

Y bueno, a grandes rasgos la novela no tiene una historia extraordinaria; sin embargo, destaca por lo que la actitud del protagonista provoca en el lector. 

Debo admitir que llegó un momento en el que ya no sabía bien lo que estaba leyendo, en el que me aburría demasiado, ya no soportaba las quejas y la prepotencia de Holden y que simplemente quería que la obra se acabara. Y cuando al fin terminó, me sentí aliviada. 

Si piensan leerlo, les deseo suerte. Y si lo leen, cuéntenme qué les pareció.

Una de las cosas malas que tengo es que nunca me ha importado perder nada.

Conclusión

Pienso que el autor tuvo una gran habilidad para plasmar al típico adolescente insufrible, lleno errores y de dudas (y que no admite tenerlas); pero no creo volver a tocar este libro. Holden fue insoportable.

¡Gracias por leerme!